Eskerrik asko

Cuando saqué a la luz este blog, sabía que en algún momento me iba a tocar escribir un post así, y ese momento ha llegado. Es verdad que soy miembro de la Diputación Permanente del Parlamento Vasco hasta que las y los nuevos electos tomen posesión de sus actas, pero considero que el día en el que oficiosamente se conocerá quiénes estarán sentados en los escaños, es un buen día para despedirme.

Pero antes de hacerlo, quiero desde aquí tributar un homenaje a los compañeros y compañeras con los que he convivido estos cuatro años en la Cámara y que de entrada no estarán en la próxima legislatura (bien porque no van en las listas – como yo –, bien porque van en puestos de no-salida).

Por supuesto, tengo muchos recuerdos de personas de otros partidos políticos. He tenido la suerte de conocer a muy buena gente (y muy buenos parlamentarios) en otras formaciones. Pero en este post quiero citar a los de mi grupo parlamentario, el socialista, pues es con ellas con quienes he pasado más horas y a quienes mejor he podido conocer.

Empiezo por mi tierra de origen, básicamente porque considero que la primera persona en ser citada debe ser Don Jesús Eguiguren Imaz, Jesús. Toda una vida entregada a la lucha por la paz y la libertad de Euskadi. Ha sido vapuleado por tirios y troyanos, por la derecha nacional y por la derecha nacionalista, por medios de comunicación y por personajes mediáticos... y, sin embargo, conozco a muy pocas personas tan respetadas por la militancia (y por la sociedad!!!) en mi partido. En el Parlamento ha tenido intervenciones memorables. Besarkada handia, Jesús!!!

De Benjamín Atutxa se podría escribir una novela... o una película. Ha sido nuestro portavoz en agricultura y pesca, además de nuestra voz y nuestra cara en muchos debates y entrevistas en Euskadi Irratia y ETB. Pero sobre todo ha sido un buen tipo, sencillo y buena persona. Se le echará de menos.

Cristina Laborda, también concejala en el Ayuntamiento de Irún, tampoco formará parte del próximo Parlamento, pero sin duda, y siempre que quiera, será parte del próximo PSE-EE, por edad y por capacidad. Ha sido portavoz del grupo en materia de igualdad.

Paco García, militante socialista en Mondragón antes que parlamentario, ha sido el encargado de recordarnos en las reuniones quincenales de dónde venimos: de la resistencia y de los ayuntamientos.  Un abrazo para él también.

Paso a Bizkaia y empiezo mandando mi más sincero abrazo a Carlos Gorostiza, compañero de angustias en no pocas ocasiones. Públicamente creo que ha intervenido siempre con seriedad en los asuntos de la materia en que ha sido portavoz, comunicación y EiTB, además de haber utilizado esa fina ironía tan característica de los buenos parlamentarios.

Pilar Pérez-Fuentes ha sido una estrecha colaboradora de quien suscribe en la famosa Comisión de Investigación por los presuntos casos de corrupción y espionaje vinculados a altos cargos y miembros del PNV. Esta comisión ha desarrollado sus trabajos prácticamente durante la mitad de la legislatura, lo que da cuenta del trabajo que ha habido detrás. Además, ha sido conmigo siempre una voz crítica (por eso mi agradecimiento es doble) y, en los asuntos parlamentarios, portavoz en materia de cultura.

Mertxe Agúndez, ex Ararteko y parlamentaria durante dos legislaturas (si no recuerdo mal, entró como independiente en 2005), ha sido nuestra portavoz en la materia penitenciaria en los últimos. Persona crítica también en nuestras reuniones, durante esta legislatura ha sido presidenta de la complicada comisión de control de EiTB.

Un abrazo también para Teresa Laespada, portavoz en una de las materias estrella de la legislatura – Políticas Sociales – que volverá a la Universidad de la que vino a investigar y a ejercer su pasión, la docencia. A Teresa también le mando un abrazo doble, porque esta noche va a ser quien tenga que dar la cara en ETB-2 en nuestro nombre y por experiencia sé que esa no es tarea fácil.

Espero que Aitor Casado me perdone la osadía. Estoy dispuesto a rectificar, pedir disculpas, autodenominarme cenizo y emborracharme a lo que sea, si sacamos 9 por Bizkaia, que es el número que ocupa Aitor en la lista. Ha sido portavoz en materia de juventud y cooperación durante la legislatura. Pero además, haciendo un esfuerzo digno de mejor causa, se convirtió por derecho propio en nuestro portavoz de vivienda, defendiendo iniciativas bien novedosas y sacando la cara al Gobierno Vasco en temas muy complejos jurídica y políticamente. Aitor, al igual que Cristina, puede que no esté en el próximo Parlamento, pero estará en el próximo PSE-EE si quiere.

Termino con mi territorio, para agradecer su dedicación a quien ha sido nuestra portavoz, además de en múltiples asuntos sectoriales, en la materia de Presupuestos en los últimos 11 años, Joana Madrigal. Desde que la conozco me ha parecido una currela incansable, tanto en el Parlamento (la más currela del grupo, y sé bien de lo que hablo), como en el partido o en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz (que es donde yo la conocí).

Loly Escudero, que no ha tenido portavocía (apenas ha estado 8 meses en la Cámara Vasca), pero que en el tiempo que ha estado ha presidido con solvencia una de las Comisiones más complicadas del Parlamento Vasco (por el acoso al que PNV y PP han sometido al Gobierno Vasco en los últimos meses en esta materia), Empleo y Políticas Sociales, y se me ha plantado en no pocas ocasiones en el despacho para decirme que había unas cuantas cosas que estaba o estábamos haciendo mal (y ya he dicho que eso es de agradecer para mí).

Aunque los casos de Cristina González y Javier Martínez son diferentes al resto (porque ambos han estado apenas la mitad de la legislatura y porque ambos desempeñaban antes, y desempeñan después de haber sido parlamentarios, responsabilidades institucionales de relieve en Álava), no puedo dejar de citarlos en este recordatorio. A la primera como portavoz en Acción Exterior (responsabilidad que yo asumí cuando ella dejó el Parlamento) y al segundo como portavoz de Industria (responsabilidad que yo ejercí hasta su llegada al Parlamento), y como persona con la que creo haber entablado una relación de confianza. Salud también a ambos.

Quiero finalizar el apartado dedicatorias con una persona a la que me ha costado demasiado tiempo conocer y que, a cambio, en los últimos meses, se ha convertido en uno de mis referentes éticos: Esozi Leturiondo. Creo que ya está todo dicho. Ha sido nuestra portavoz en materia de euskera.


Y una vez hechos los homenajes, me despido yo. Creo que el futuro de nuestra democracia y del sistema de partidos políticos, pasa por explicar a la gente lo que se hace y el por qué de las cosas que se hacen; pasa por publicitar el origen y destino de los dineros de todos y todas; pasa por dar cuenta; en definitiva, pasa por la transparencia. Y por coherencia con lo que pienso, eso es lo que he tratado de hacer en los últimos meses a través de este blog.

Soy nieto de una pareja de portugueses que se nacionalizaron en nuestro país huyendo del hambre. Soy hijo de una pareja de obreros que vinieron de Extremadura a Euskadi, de Valverde del Fresno a Mondragón, de una casa de pueblo a las colmenas del barrio de San Andrés, uno de los tantos barrios obreros que se levantaron en Euskadi para los que tuvieron que abandonar su tierra natal en busca de un futuro mejor. Un barrio de gente que ha sudado lo que no está escrito, para sacar a esta comunidad de la crisis que se cernía sobre ella a finales de los 70 y principios de los 80. Un barrio tan vasco como el que más. Porque esa también es nuestra Euskadi.

Aunque tuve una relación de amor odio con la política, como consecuencia de los líos en los que se metía y nos metía mi padre cuando era concejal socialista en Mondragón, creo que siempre me atrajo la idea de trabajar para intentar ayudar a que la gente pudiera vivir mejor. Reconozco que cuando compartía manta quemada por la estufa con mi hermano y mis padres los viernes por la noche viendo el “Un, dos, tres”, no pensaba que fuera a ser un representante de la ciudadanía vasca en el Parlamento Vasco durante 8 años. Como tampoco lo pensaba, en los viajes que con 13 años hacía con mi tía a Basauri en busca de la mercancía que venderíamos por la mañana en su pescadería; o cuando con 15 años curraba de sol a sol durante tres meses en un hotel para poder ayudar a pagar el siguiente curso escolar; o cuando a partir de los 18 años, como tantas otros estudiantes, decidí empezar a poner cafés y copas en esta mi ciudad de adopción, Vitoria-Gasteiz, para poder pagar los gastos que la carrera ocasionaba en la economía familiar.

En definitiva, aunque pienso que con mi trabajo me he ganado cado uno de los años que he estado en el Parlamento, jamás pensé que fuera a tener el honor que he tenido. Y esto me ha hecho entender una de las grandes conquistas de la socialdemocracia y sus políticas: cualquier persona, al margen de su condición social, puede ser representante de la voluntad popular si tiene compromiso, preparación y voluntad de trabajar.

Acabo, porque cuando hace hora y media me puse a escribir, no pensé que esto me fuera a quedar tan largo.

He vivido – como tantos y tantos compañeros y amigos – muchos atentados, mucha presión, muchos insultos, mucha indignidad… Pero sin duda, el que más me ha marcado personalmente fue el de Isaías. No hay semana en la que no piense en su familia. En su familia de sangre y en su familia política. No hay semana en la que no piense en toda la gente que ha dejado lo mejor de sí misma para sostener la democracia en Euskadi. Porque si hoy hay democracia en Euskadi es por gente que, como Isaias, ha sacrificado lo más preciado para garantizar que incluso quienes atentaron contra la libertad o quienes les amparaban tuvieran leyes justas dentro de un Estado de Derecho.

Conseguida la paz, tenemos que lograr la convivencia democrática en Euskadi. Y en ese sentido, reconozco que me apena no poder estar en el próximo Parlamento Vasco, el primer Parlamento Vasco en paz de nuestra Democracia, algo por lo que he peleado desde que a los 15 años dí mis primeros pasos en las Juventudes Socialistas de Mondragón. Pero como parece que la paz que hace un año estalló en Euskadi será definitiva, seguro que habrá otras ocasiones, la vida es muy larga.

Lo dicho, ha sido un honor. Muchas gracias a la militancia de mi partido, a los votantes, y a todos y todas los que me habéis ayudado a mantener los pies en la tierra, en mi tierra.

2 comentarios:

  1. Un abrazo grande Óscar, me ha emocionado tu post. Que sepas que quien suscribe siempre ha estado del lado de los que caían con un tiro en la nuca, y que hice llegar mis quejas al PNV cuando consideré que se separaba del camino correcto, en la época de Lizarra. Se te va a echar de menos por aquí.

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  2. Gracias Vitas... mira que las hemos tenido, eh? Pero bueno, creo que siempre con el debido respeto. Un saludo

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